En la Semana Mayor, en la que conmemoramos la pasión, muerte y resurrección de Jesús, lo acompañamos con nuestra oración, sacrificios y el arrepentimiento de nuestros pecados. Muchos feligreses acudieron al sacramento de la penitencia para poder resucitar con Cristo.

En Semana Santa no recordamos con tristeza el camino de la cruz de Cristo, sino que entendemos y reflexionamos en la causa de su muerte; y celebramos su Resurrección.

El domingo de ramos tuvimos la bendición de palmas después de cada eucaristía, desde ese día 12 jóvenes de los diferentes grupos parroquiales acompañaron las actividades representando a los apóstoles, a quienes el P. Solano, nuestro párroco, les lavó los pies en la misa de jueves santo.

Durante el domingo de ramos, también se realizó el envío de diecisiete jóvenes del Movimiento Juvenil Salesiano que fueron a misionar a lugares donde, por la ausencia de sacerdotes, se les dificulta celebrar la Semana Santa.

El viernes santo realizamos el tradicional Vía Crucis por todo el territorio parroquial, pero esta vez, en lugar de a la cruz (como en años anteriores), acompañamos y cargamos la imagen de Jesús Nazareno.

En la Vigilia Pascual, uno de los miembros de las catequesis de adultos recibió el sacramento del bautismo, le damos la bienvenida a la vida nueva en Cristo.