San Salvador, junio 2025.- La Parroquia María Auxiliadora Don Rúa vivió este domingo 22 de junio una mañana colmada de fe, unidad y devoción durante la celebración de la Solemnidad de Corpus Christi. La jornada inició con la santa misa a las 8:00 a.m. en el Templo Jubilar, y posteriormente se dio paso a una procesión solemne por los alrededores del templo.
La procesión, que tuvo una duración aproximada de una hora y media, se convirtió en una expresión pública de amor y reverencia hacia el Cuerpo de Cristo. A lo largo del recorrido, los distintos sectores parroquiales, en conjunto con los grupos pastorales, prepararon con esmero diversos altares distribuidos en puntos clave del trayecto. En cada uno de ellos se realizaron lecturas bíblicas, oraciones comunitarias y momentos de adoración, guiados por los sacerdotes salesianos.
Cada altar reflejó la creatividad, el compromiso y la espiritualidad de quienes lo construyeron. Los espacios, decorados con flores, signos litúrgicos y elementos eucarísticos, ofrecieron a los feligreses momentos de profunda contemplación y recogimiento.
El recorrido fue acompañado por el padre Mauricio Dada, SDB, párroco de la comunidad, y el padre Francisco Rodríguez, SDB, quienes portaron la custodia con el Cuerpo de Cristo bajo palio y presidieron los momentos litúrgicos en cada estación. Con lecturas, oraciones y bendiciones, invitaron a la comunidad a renovar su fe en la Eucaristía como centro de la vida cristiana.
Al regresar al templo, los fieles fueron recibidos en los jardines por el Movimiento Juvenil Salesiano (MJS), que se unió a la celebración con un altar especialmente preparado por los jóvenes de la parroquia. Este último altar fue símbolo de la participación activa de la juventud en la vida pastoral y su compromiso con el Cuerpo de Cristo. Entre repiques de campanas, fue recibido con solemnidad y gozo, concluyendo con una bendición final antes de ser llevado nuevamente al interior del templo.
La Solemnidad de Corpus Christi representa, para la comunidad católica, una oportunidad para expresar públicamente su fe en la presencia real de Jesucristo en la Eucaristía. En esta ocasión, la participación entusiasta y organizada de todos los sectores y grupos parroquiales reafirmó el espíritu comunitario que caracteriza a la familia salesiana.