San Salvador, junio 2025. – Con una mezcla de emoción, historia y profunda espiritualidad, la comunidad de la Parroquia Salesiana María Auxiliadora Don Rúa celebró la reinauguración de su majestuoso campanario en el marco de la Solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús. Este evento, cargado de simbolismo y memoria, congregó a decenas de fieles que se hicieron presentes para ser testigos de un momento histórico para la parroquia.

Con una altura de 90 metros, el campanario se impone como testigo del paso del tiempo y la fidelidad del pueblo creyente. Compuesto por 40 campanas de bronce —cinco volteadoras y treinta y cinco de martillo—, este conjunto fue elaborado en los reconocidos talleres Valduggia, en Italia, los mismos responsables del campanario de la Basílica de María Auxiliadora en Turín. Fue bendecido por primera vez el 14 de diciembre de 1963 por Monseñor Arturo Rivera y Damas, y su primer concierto resonó el 6 de enero de 1964, marcando un antes y un después en la historia salesiana en El Salvador. Esta torre no solo guarda el eco de sus campanas, sino también la memoria de momentos significativos como la emblemática fotografía del padre Ambrosio Rossi, de pie en lo alto del campanario, fotografía que ha quedado grabada en la memoria colectiva como símbolo de entrega y visión pastoral.

Campanas con control móvil

Este año, y tras años de funcionamiento constante, se llevó a cabo un proceso integral de restauración y mantenimiento del sistema del campanario. Se sustituyeron varios martillos, se lubricaron cadenas, y se incorporó un moderno sistema digital de programación. Gracias a esta actualización tecnológica, ahora las campanas pueden tocar melodías programadas a través de una aplicación móvil, adaptándose a los tiempos sin perder su esencia litúrgica.

Durante la ceremonia, el padre Mauricio Dada, SDB, párroco del templo, ofreció unas palabras a los presentes, en las que compartió detalles del proceso de restauración tanto del campanario como de otras áreas del templo. En su intervención, expresó un profundo agradecimiento a los bienhechores que, con generosidad y compromiso, han hecho posible estas obras. “Este proyecto se ha logrado gracias a la colaboración de muchos bienhechores, por los que ofrecemos la eucaristía en esta tarde”, expresó con emoción.

La jornada inició con la bendición del campanario restaurado, momento que los fieles presenciaron con gran devoción. El repique de las campanas volvió a llenar el aire, evocando memorias y despertando esperanza. Luego, se realizó una procesión hacia el templo con el nuevo estandarte del Sagrado Corazón de Jesús, en un ambiente de oración, cantos y recogimiento espiritual.

La celebración culminó con la misa solemne, donde se destacó el significado del Sagrado Corazón como fuente inagotable de amor, y del campanario como voz que llama a la comunidad a vivir su fe.