San Salvador, julio 2025. — Con esmero y profundo respeto por su valor artístico y espiritual, la Parroquia María Auxiliadora Don Rúa continúa con el proyecto Domus Mea, que posee muchas fases, entre ellas la restauración de los vitrales que embellecen el templo desde hace más de seis décadas. Estas piezas, traídas originalmente desde Italia y España, forman parte del patrimonio religioso y cultural de la comunidad salesiana en El Salvador.

El paso del tiempo, las inclemencias del clima y el desgaste natural habían provocado el deterioro de los vitrales, opacando sus colores originales y debilitando su estructura. Ante ello, se inició un minucioso trabajo de restauración que ha permitido devolverles su esplendor y garantizar su preservación para las futuras generaciones.

Uno de los vitrales más emblemáticos intervenidos ha sido el de La Coronación de la Virgen, ubicado en el altar mayor, considerado uno de los elementos visuales más significativos del templo. También se restauraron los vitrales dedicados a diversas advocaciones marianas, entre ellos el recientemente colocado vitral de La Asunción de la Virgen Santísima.

Otra pieza de gran valor que fue restaurada es el vitral que representa al papa Pío VII como prisionero de Napoleón y su regreso triunfal a Roma, una imagen que refleja la esperanza y la fidelidad de la Iglesia. Asimismo, el pasado 4 de julio fue instalado el vitral de El sueño de los nueve años, donde se muestra la visión del joven Juanito Bosco, quien ve cómo la Virgen será su maestra, y presencia la transformación de lobos en mansos corderos, un símbolo profundo del carisma salesiano.

En el marco de estas labores también se brindó mantenimiento al mosaico de María Auxiliadora, ubicado en el altar mayor. Cada una de sus piezas fue cuidadosamente tallada y pulida, permitiendo que el brillo de la imagen resalte con renovada belleza.

Las restauraciones continuarán en los próximos meses, ya que aún quedan varios vitrales por intervenir. Con ello, la parroquia reafirma su compromiso con la conservación del patrimonio religioso y ofrece a los fieles un espacio sagrado que refleja la historia, el arte y la devoción que han acompañado a la comunidad por generaciones.