Voluntarias de Don Bosco

 

NUESTRA IDENTIDAD

Somos laicas consagradas, vivimos la espiritualidad salesiana estando inmersas entre la gente, ocupadas en diversas actividades profesionales, a fin de hacer presente el amor de Dios en todos los ambientes seculares.

Estamos atentas a las necesidades del territorio en el que vivimos. Queremos ser portadores de alegría y vivir auténticamente los valores humanos y cristianos. Ponemos nuestra vida al servicio de todos, especialmente de los jóvenes y de los pobres.

Hacemos voto de castidad, pobreza y obediencia, y nos comprometemos a ser testigos de la radicalidad del amor, sin distinguirnos de los demás.

RESERVA

No nos manifestamos como consagradas; vivimos la reserva para poder actuar con más libertad y con mayor eficacia, sobre todo en ambientes difíciles. En muchos lugares, la declaración de pertenencia a un Instituto puede ser motivo de prejuicios.

Al no manifestar explícitamente nuestra consagración, tenemos la posibilidad de llamar la atención sobre los signos de la presencia de Dios más que dirigir la atención a nuestra persona.

 

NUESTRA MISIÓN

Realizar el proyecto de Dios en los ambientes en los que vivimos. Leemos los signos de los tiempos y estamos atentas a las necesidades que van surgiendo en nuestra sociedad, para buscar, junto a las demás, respuestas adecuadas y nuevos caminos de discernimiento y de acción.

 

CÓMO SER VOLUNTARIA DE DON BOSCO

Para iniciar el camino entre las VDB se precisa:

  • Ser soltera, entre 21 y 40 años
  • No haber profesado en otros institutos de vida consagrada
  • Tener salud, tiempo y libertad suficientes para poder comprometerse en las obligaciones del Instituto
  • Poseer un madurez psicológica y afectiva de acuerdo con la propia edad y situación de vida
  • Estar dispuesta a desarrollar la propia cultura
  • Estar orientada a la vida apostólica en la secularidad consagrada
  • Poseer suficiente autonomía económica

El camino de formación supone:

  • Preaspirantado: Es un período de al menos un año, en el cual la candidata emprende los primeros contactos. Se relaciona con una VDB para iniciar a conocer el Instituto y comprender si verdaderamente es la vida a la que está llamada.
  • Aspirantado: Dura, ordinariamente, tres años. La aspirante se integra en un grupo y, bajo la guía de una VDB responsable de su formación, profundiza el conocimiento del Instituto, de las constituciones y de la vida secular consagrada salesiana.
  • Profesión temporal: Dura de seis a nueve años. Con la primera profesión se inicia la vida como VDB verdadera y propia. La joven VDB continúa su propia formación, profundiza aún más el carisma del Instituto e inicia a asumir sus propias responsabilidades.
  • Profesión perpetua: Señala la inserción definitiva en el Instituto. Cada VDB continúa su camino de formación permanente con las hermanas, ayudándose en los diversos aspectos de la misión.