La Semana Santa en nuestra parroquia se vivió con mucho fervor, y aunque la pandemia aún impone muchas restricciones, fieles y comunidad salesiana agradecen haber podido estar reunidos en la parroquia.
La comunidad salesiana preparó cada celebración según las orientaciones pastorales proporcionadas por el Arzobispado de San Salvador. El Santo Vía Crucis se organizó solamente con pocos miembros de cada grupo y se realizó dentro del parqueo frente al Templo, para evitar aglomeraciones.
El Viernes Santo, al momento de la Adoración de la Cruz se le entregó a cada uno, una pequeña cruz de madera que quedará como recuerdo de esta Semana Mayor tan diferente.
Los protocolos de bioseguridad también incluyeron habilitar la capilla de la planta baja y los jardines, donde se colocaron pantallas para que el templo no sobrepasara su capacidad máxima.
Los diferentes grupos parroquiales, se comprometieron con la ubicación de fieles, y la limpieza y desinfección de bancas y sillas en los tres diferentes espacios. Todas las celebraciones fueron transmitidas vía Facebook para quienes no pudieron asistir.