San Salvador, mayo de 2025 — La comunidad educativa de la Escuela Salesiana Domingo Savio vivió una jornada llena de espiritualidad, esperanza y compromiso, al celebrar la consagración de los estudiantes de noveno grado, promoción 2025, ante María Auxiliadora, en una ceremonia que también incluyó la visita de la Virgen Peregrina.
El acto tuvo lugar en horas de la tarde en el gimnasio de la Escuela, donde se congregaron estudiantes, padres de familia, personal docente y miembros de la comunidad para participar del rezo del Santo Rosario y de una emotiva ceremonia de consagración. La directora de la institución, hermana Delmy Larreynaga, dirigió unas palabras a los jóvenes, animándoles a no rendirse ante las dificultades y a seguir luchando por sus sueños, recordándoles que cada uno tiene un propósito especial en la vida.
El padre Mauricio Dada, SDB, párroco de la Parroquia María Auxiliadora Don Rua, ofreció una reflexión sobre la vocación personal y la importancia de caminar siempre de la mano de María Auxiliadora. A cada estudiante se le entregó una medalla como signo visible de su consagración, símbolo que les acompañará tanto en los momentos de alegría como en los desafíos de la vida.
Como parte de la jornada, se desarrolló una actividad especial en la cancha de la escuela, donde las familias escribieron una petición, agradecimiento o intención personal y, como signo de esperanza, elevaron un globo al cielo. Una intención particular fue dedicada a la familia de Juancito, un estudiante que partió a la Casa del Padre; sus seres queridos estuvieron presentes durante el acto, recibiendo muestras de cariño y solidaridad por parte de toda la comunidad.
El ambiente se tornó aún más íntimo y reflexivo al anochecer, cuando los estudiantes colocaron sus deseos y anhelos en cartas que luego fueron arrojadas a una fogata encendida en la cancha, como un símbolo de entrega y renovación espiritual. La jornada culminó con un espectáculo de luces y una cena fraterna que selló una tarde llena de emociones, fe y unión familiar.
La consagración de la promoción 2025 se vivió como un momento inolvidable, reafirmando el compromiso salesiano de formar no solo estudiantes, sino personas guiadas por valores, fe y esperanza en el futuro.






























